Uno de los compuestos más usados en la aromaterapia es, sin duda, el aceite esencial de menta dado que tiene una gama de acción enorme, cosa que confirma su sabor, consistente en una combinación de dulce, amargo y ácido. El mentol es su principal compuesto constitutivo, causante de la mayor parte de su acción terapéutica. Si nos fijamos en el mentol, hallaremos que tiene las cualidades yin de la menta, sólo que todavía más efectivas.
Propiedades del aceite esencial de menta
1. Aceite de menta en afecciones de la piel
Al aplicarlo el aceite de menta en la piel tiene un efecto refrescante, y sin embargo, se lo
describe tradicionalmente como calentador y secante. Su efecto
calentador se debe en realidad a la reacción del cuerpo ante un estimulo
frío, pareciéndose mucho en esto al alcanfor. Es eficaz también para los padecimientos de la piel; alivia la
congestión tóxica interna, actúa como sudorífico y por vía externa
ejerce un efecto antiséptico/antiinflamatorio.
El aceite
de menta alivia cualquier tipo de irritación o prurito cutáneo, pero hay
que emplearlo con moderación (a menos del 1%), o puede empeorar la
irritación. Se puede utilizar en caso de enrojecimiento cutáneo debido a
la inflamación, o en el acné. Enfría mediante constricción de los
capilares y es un tónico cutáneo muy refrescante.
2. Aceite de menta como analgésico
Tome siempre menta en vez de aspirina. Para que prevalezcan sus efectos analgésicos, sedantes y refrescantes, hay que emplear dósis de aceite de menta bastantes grandes y/o repetidas.
3. Aceite de menta para la gripa y afecciones respiratorias
Es bueno en las afecciones tanto calientes como frías, lo que lo hace ideal en la mayoría de los tipos de fiebres, resfriados, gripe, etc. Visto como
expectorante enfriador, antiséptico y antiespasmódico, el aceite de
menta es utilísimo en las afecciones respiratorias. Es muy bueno para la tos seca. Especialmente bueno para la congestión, infección o inflamación sinusal.
4. Aceite de menta para la digestión
Constituye el remedio principal de todos los trastornos digestivos, incluyendo la digestión, cólicos, flatulencias, dolores de vientre, diarreas (en cuyo caso es además un antiséptico muy bueno).
5. Aceite de menta para nauseas y vómitos
Es un remedio eficaz para las náuseas y vómitos; alivia las náuseas casi instantáneamente, y es bueno también para el mareo en los viajes. Si siente vahídos, le estabilizará la cabeza y le quitará las náuseas.
6. Aceite de menta para dolores de cabeza
Es un remedio excelente en los dolores de cabeza y migrañas relacionados con fenómenos digestivos y hepáticos y para el dolor de cabeza congestivo. Si usted piensa demasiado, o tiene la cabeza caliente, se le enfriará. Fortalece y tranquiliza los nervios, y en dosis grandes, lo hará dormir.